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El Día Internacional de las Juezas se proclama en abril del año 2021 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el fin de homenajear a las mujeres que tienen este cargo en los sistemas judiciales del mundo, buscando reafirmar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres con cargos judiciales.
Para este 2023 el lema es “Para conseguir justicia necesitamos más mujeres en la justicia” y lo que se busca es exaltar los logros conseguidos y continuar en la lucha de nuevos retos por alcanzar.
La proclamación de este día tiene como origen la necesidad de reafirmar los objetivos de Desarrollo Sostenible referidos a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas, contemplados en la agenda 2023 para el desarrollo sostenible.
El Impacto de las Juezas
En las últimas décadas las mujeres han ido ganando más terreno el en campo de la judicatura. Esta representación de es gran importancia porque contribuyen al mejoramiento de la legitimidad de los tribunales. Sus diferentes perspectivas, experiencias y roles de liderazgo ayudan a que se haga mejor justicia. De hecho, se ha demostrado que la participación de mujeres en las instituciones judiciales y la aplicación de la ley ha dado respuestas frente al delito mucho más eficaces y centradas en las víctimas.
Datos Relevantes
- Según la Organización de las Naciones Unidas, para el 2017 cerca del 40% de la judicatura estaba conformada por mujeres.
- En la mayoría de los países europeos, hay más mujeres que hombres jueces o magistrados profesionales, sin embargo, las mujeres representan el 41% de los jueces de los tribunales supremos nacionales y sólo el 25% de los presidentes de los tribunales.
Lectura recomendada
En el día de las juezas, es importante reflexionar sobre el papel de las mujeres en la justicia y en la importancia de contar con un paradigma de “buen juez” que incluya la perspectiva de género. El libro “El paradigma del buen juez” ofrece una visión completa de los principios éticos que deben guiar a un juez en su actuación, incluyendo la independencia e imparcialidad, la integridad, la prudencia y la dedicación responsable y el buen trato.
Además, el libro destaca la importancia de la habilidad y sensibilidad en el juicio prudencial, que es una de las habilidades esenciales de un buen juez. Esta habilidad no solo requiere un conocimiento técnico objetivo, sino también un saber ético que permita alcanzar soluciones justas. En este sentido, es importante que las juezas cuenten con las mismas habilidades y virtudes que los jueces y tengan la capacidad de aplicarlas de manera equitativa y justa para garantizar una justicia igualitaria para todas las personas.
En definitiva, “El paradigma del buen juez” es una lectura imprescindible para cualquier juez o jueza que busque mejorar su actuación ética y profesional y para aquellos interesados en la justicia y la ética judicial en general.