El pasado 31 de agosto se publicó la modificación de la normativa en materia de gestión del dominio hidráulico público (DPH). [TOL9.686.179]
El BOE ha publicado el Real Decreto 665/2023, de 18 de julio, por el que se modifica el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, aprobado por Real Decreto 849/1986, de 11 de abril; el Reglamento de la Administración Pública del Agua, aprobado por Real Decreto 927/1988, de 29 de julio; y el Real Decreto 9/2005, de 14 de enero, por el que se establece la relación de actividades potencialmente contaminantes del suelo y los criterios y estándares para la declaración de suelos contaminados.
La reforma persigue la simplificación administrativa y la digitalización en la gestión del agua y, por otro lado, actualizar el marco normativo a las nuevas presiones existentes sobre la gestión del DPH y, en particular, del agua para el consumo humano, en aras de lograr la mejor regulación de su protección. Todo ello en línea con lo dispuesto en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y en el Pacto Verde Europeo.
El Real Decreto menciona que la extensa red fluvial del país requiere una gran cantidad de autorizaciones, lo que genera retrasos y trabajo adicional en los organismos de cuenca. Para abordar este problema, se propone simplificar el proceso de autorización mediante la introducción de la figura de la “declaración responsable”. Esto permitiría a los particulares asumir la responsabilidad de cumplir con los requisitos y condiciones necesarios para llevar a cabo ciertas actividades, como la corta de árboles o la reparación de infraestructuras sin cambios significativos. No obstante, esta simplificación no implicaría una menor exigencia en cuanto a la calidad y el cumplimiento de las actividades.
Por otro lado, también aborda temas relacionados con la tramitación de vertidos de aguas residuales de baja entidad, la colaboración con otras administraciones, como la Dirección General de Catastro y la digitalización del control de usos del agua.
Claves del Real Decreto
- Protección del Ciclo Hidrológico en entornos urbanos. La nueva normativa enfatiza la necesidad de evitar la contaminación del agua de lluvia en áreas urbanas y promueve técnicas de infiltración, drenaje urbano sostenible e infraestructuras verdes para preservar el ciclo hidrológico natural.
- Gestión de vertidos en episodios de lluvia. Se establecen criterios para controlar y reducir la contaminación de estos vertidos, a fin de prevenir la contaminación del agua en los primeros momentos de las precipitaciones.
- Adaptación al cambio climático y Normativa Europea. La actualización incorpora la mayoría de los requisitos propuestos por la Comisión Europea para la gestión integral de los sistemas de saneamiento.
- Planes Integrales de Gestión del Saneamiento. La regulación también establece la obligación de que ciertas aglomeraciones urbanas los elaboren, a fin de coordinar la gestión de vertidos y minimizar el impacto ambiental.
Este real decreto refleja el compromiso de España con la protección del agua y la gestión responsable de los recursos hídricos. Con enfoque en la prevención de la contaminación y la adaptación al cambio climático, esta regulación marca un hito importante en la gestión del agua en el país.
