El TSJ de Asturias ha recordado los criterios a seguir para poder establecer la incapacidad permanente total a un trabajador. [TOL9.673.143]
El Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha respaldado la determinación tomada por el Juzgado de lo Social Nº4 de Oviedo y el Instituto Nacional de la Seguridad Social de denegar la incapacidad permanente total a un empleado de Leroy Merlin que sufrió una lesión en la rodilla mientras realizaba su trabajo.
El trabajador desempeña su labor como comercial de proyectos en la cadena de tiendas de bricolaje Leroy Merlin. En noviembre de 2019, sufrió un accidente al ayudar a un compañero a mover un sanitario, tropezando y cayendo al suelo, apoyándose en su rodilla izquierda.
A raíz del incidente, el empleado estuvo de baja desde el 30 de noviembre hasta el 16 de diciembre de 2019, recibió el alta médica el 11 de noviembre de 2021. El 12 de enero de 2022, solicitó la incapacidad total, lo que implicaría que no podría ejercer su profesión habitual, aunque sí podría desempeñar otras tareas. Sin embargo, el Equipo de Valoración de Incapacidades determinó que sus lesiones no alcanzaban el grado necesario de disminución de su capacidad laboral para otorgarle una incapacidad permanente.
Tras la correspondiente cirugía, se encontró que el menisco no presentaba signos de rotura y que había una leve tendinosis en la rótula. El servicio de prevención de la empresa declaró al trabajador «apto con limitaciones» después de verificar que su puesto de trabajo no requería posturas incómodas o actividades físicas que pudieran agravar su lesión. Su puesto de trabajo no requería estar en posiciones como de rodillas, en cuclillas o subir a cierta altura utilizando escaleras de mano. Sin embargo, insatisfecho con la decisión, el empleado decidió llevar el caso a los tribunales.
Criterios para determinar incapacidad
El juez de primera instancia desestimó su solicitud inicial, lo que llevó al trabajador a apelar la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.
Los magistrados señalan que la incapacidad permanente se otorga a trabajadores con alteraciones de salud graves, que deben ser objetivamente determinadas en términos anatómicos o funcionales, y que deben presumiblemente ser definitivas y afectar significativamente su capacidad laboral.
Asimismo, destacan que la incapacidad permanente total para la profesión habitual implica dos elementos clave: la relación con la profesión y la permanencia de la incapacidad. En este caso, los informes médicos no respaldaron la irreversibilidad de las secuelas, lo que lleva a los magistrados a concluir que no es posible atribuir la incapacidad permanente total al trabajador.
