Desde el uno de enero del presente 2023, se asignará un nombre ficticio para los asuntos prejudiciales anonimizados. Este nombre será generado por un programa informático a todos los nuevos asuntos anonimizados en los que se enfrenten personas físicas; desde el 1 de julio de 2018 estos nombres se venían sustituyendo por las iniciales de estos, por motivos de garantía de la protección de los datos personales. También se verán sustituidos los nombres en los que se enfrenten personas físicas y personas jurídicas cuyo nombre no sea distintivo.
Esta medida se adopta para identificar de una manera más fácil y eficiente los asuntos anonimizados. De esta forma, es más sencillo recordar los asuntos y podrán ser citados más fácilmente tanto en la jurisprudencia como en otros contextos.
La medida pretende facilitar y agilizar la designación e identificación de los asuntos anonimizados para garantizar la protección d ellos datos personales de los ciudadanos.
Del mismo modo, la amonificación no funcionará de igual modo para todos los asuntos prejudiciales.
No se asignará nombre simulado en los siguientes casos:
- En los casos en que el nombre de la persona jurídica posea un marcado carácter distintivo, en estos casos suele ser el nombre de la persona jurídica la que da nombre al caso;
- los recursos directos (el Tribunal de Justicia continuará asignando a estos asuntos un nombre convencional, que aparecerá entre paréntesis detrás de la denominación habitual del asunto).
- las solicitudes de dictamen;
- los recursos de casación;
- los asuntos tramitados ante el Tribunal General.
El nombre ficticio anonimizado no se corresponde con el nombre real
Los nombres ficticios que se asignen no corresponderán de modo alguno con el nombre real de ninguna de las partes, ni con nombres ya existentes. Se garantiza así la protección de los datos personales del individuo.
El programa tiene un funcionamiento sencillo; el programa divide las palabras en sílabas que, seguidamente, se combinan aleatoriamente para crear palabras ficticias. El generador de nombres ficticios trabaja sin problema alguno con cada una de las lenguas oficiales d ellos estados miembros de la Unión Europea. En caso de ser necesario, también en el idioma de terceros países.
