El Alto Tribunal considera que tales expresiones son contrarias al debido respeto a los partidos políticos pero no son constitutivas de un delito de odio
La Sala Segunda del TS ha archivado una querella presentada por Vox contra Ione Belarra, Ministra de Derechos Sociales, por haber calificado a dicha formación como de «nazis a cara descubierta».
El Alto Tribunal considera que tales expresiones son contrarias al debido respeto a los partidos políticos pero no son constitutivas de un delito de odio.
La resolución destaca que dicho delito “tiene como esencia el incitar públicamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del grupo o contra una persona determinada, pero atacada por razón de su pertenencia a aquél, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad”.
La Sala explica que el delito de odio defiende a esas minorías sociales pero no a otros colectivos, como es el caso de los partidos políticos, cuyo acomodo más natural se residencia en los delitos contra el honor.