La AP de Madrid ha absuelto a un señor por un delito de desobediencia por negarse a realizar un control de alcoholemia, porque, aunque estaba dentro del coche y con el cinturón de seguridad no consta que hubiera arrancado el motor.
El titular del vehículo se introdujo en el coche, que estaba en doble fila, con la finalidad de retirarlo ya que los agentes de seguridad estaban sancionando a los vehículos mal aparcados. Una vez dentro del coche, con el cinturón abrochado, y sin que conste que arrancase el motor, el agente se acercó y al pensar que éste había consumido bebidas alcohólicas le dijo que le iba a hacer la prueba de aloholemia. El acusado se negó.
El Juzgado de lo penal le condenó a seis meses de prisión por negarse a realizar las pruebas de alcoholemia en base al art. 383 CP.
Sin embargo, la AP considera que debe quedar absuelto porque no puede acreditarse que el acusado fuese conductor en el momento de realización de la prueba de alcoholemia y, por ello, estima que se ha producido una vulneración del derecho a la presunción de inocencia.
