La tentativa resulta inidónea y, por tanto, no punible

 

La AP de las Palmas ha anulado una condena por estafa impuesta a dos hombres que intentaron, sin éxito, extraer dinero de un cajero utilizando una tarjeta de otra persona. Estos introdujeron en diversas ocasiones el código, todas fallidas.

La Sala entiende que dichos intentos estaban abocados al fracaso. Por tanto, la tentativa resulta inidónea y, por tanto, no punible.

La Sección Primera de la AP ha estimado el recurso de apelación interpuesto por las defensas que condenó a ambos. La Sala, por tanto, ha sustituido este fallo por una sentencia de absolución.

El Juzgado condenó a los dos acusados al entender que se había producido una tentativa de estafa, ya que hicieron uso de una tarjeta de otra persona y se dirigieron a un cajero de Las Palmas e intentaron conseguir reintegros.

La Sala ha aceptado la tesis de la defensa de que los hechos se deben encuadrar dentro de la tentativa “inidónea” y, por tanto, la acción no es punible.

A partir de la máxima jurisprudencial “la tentativa, para ser punible, ha de revelar un mínimo de peligrosidad”, peligrosidad que no aprecia la AP.

Concluye la Sentencia: “La introducción de la tarjeta en la correspondiente ranura y las sucesivas pulsaciones aleatorias de números ni siquiera son de utilidad para valorar una peligrosidad en abstracto. En definitiva, el actuar de ambos acusados carece de esa mínima suficiencia para revelarse como parte integrante y necesaria del comportamiento típico enjuiciado”.