El Senado de la República aprobó, por unanimidad, la creación de la Ley General de Educación Superior, a través de la cual se establece la gratuidad y la autonomía universitaria.
Mediante la misma, se establecen las bases para que el Estado garantice el derecho a la enseñanza a nivel universitario, y se formen profesionistas que contribuyan al desarrollo socioeconómico.
Asimismo, se estableció que la Ley aprobada, reconoce y respeta la autonomía universitaria, como elemento indispensable para el desarrollo armónico de la educación superior; diseña esquemas de financiamiento en el Presupuesto de Egresos para las erogaciones en educación superior y un fondo especial de obligatoriedad y gratuidad. La misma, abroga la Ley para la Coordinación de la Educación Superior.