La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, determino que la Ley de la Comisión Nacional de Derechos Humanos garantiza el derecho de acceso a la justicia al permitir que un recurso de impugnación contra las resoluciones de un organismo de derechos humanos estatal, pueda promoverse por persona diversa a la agraviada.
La Segunda Sala declaró que en el caso que una madre que interpuso un recurso de impugnación en el caso de su hijo (que se encontraba recluido), la autoridad (al desechar la petición por no haber sido interpuesta directamente por el agraviado), hizo una inexacta interpretación de la Ley.
Asimismo, estableció que en una interpretación de la Ley se debe aplicar supletoriamente las disposiciones generales de los procedimientos seguidos ante la Comisión, donde se advierte la posibilidad de que el recurso promovido por alguien más.
