Es junto con el poder el elemento formal del Estado es en términos aristotélicos, la causa formal del Estado. Autoridad y autoría son términos hermanos.
Sin duda, la autoridad va ligada al concepto de legitimidad. Es común decir en el ámbito político y también social, que alguien tiene “autoridad” para decir, hacer, cuestionar o proponer algo.
Anabella Di Pego, sostiene que el concepto autoridad proviene del término latín auctoritas, que a su vez tiene su origen en el verbo augere, que significa aumentar o hacer crecer.
Tiene autoridad moral, la persona que pone el ejemplo y es congruente. Tiene autoridad epistemológica, a la persona que tiene el conocimiento técnico, científico y/o humanístico y pone en práctica su sabiduría.
Perder la autoridad -por falta de oficio político, por carecer de ética o por fracasos en los resultados- es presagio de perder el poder-si lo tuvo- y el prestigio. Una prueba de lo anterior es cuando alguien desea mantenerse en el poder al margen del Derecho y sostenerse sólo a través de mecanismos de fuerza. En definitiva, no toda persona que tiene autoridad tiene poder y no toda persona que tiene poder, tiene autoridad.
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El Diccionario de Ciencia Política