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La irrupción de la Inteligencia Artificial en el ámbito jurídico está generando tanto oportunidades como desafíos inéditos. En su libro IA para el derecho o del poder del modelado explícito en la era de la IA opaca, Jorge Cerdio Herrán propone un análisis profundo sobre cómo estas tecnologías transforman la práctica legal y sobre la necesidad de que los abogados desarrollen nuevas competencias para no convertirse en meros validadores de decisiones automáticas. La obra no se centra únicamente en los aspectos técnicos, sino también en las implicaciones éticas, democráticas y profesionales que plantea la integración de la IA en la profesión jurídica. Hablamos con el autor para profundizar en las ideas centrales de su libro y comprender cómo los juristas pueden prepararse para esta nueva era.
La Inteligencia Artificial no viene a reemplazar al abogado. Viene a exponerlo
Su libro comienza con una afirmación potente: “La Inteligencia Artificial no viene a reemplazar al abogado. Viene a exponerlo”. ¿Qué significa para usted esta idea y cómo cree que interpela directamente a la profesión jurídica?
La frase puede resultar dura, casi una bofetada, pero refleja una verdad que debemos mirar de frente. El abogado tradicional se asemeja a un artista medieval: un artesano que, con años de práctica, ha desarrollado un “don” casi mágico. Su trabajo se basa en experiencia, intuición, retórica y reputación. La IA generativa, como un oráculo moderno, rompe este hechizo. No entiende, solo imita, y nos obliga a preguntarnos: ¿qué nos hace más valiosos que una máquina que puede replicar nuestro trabajo? Nos expone, porque nos desnuda de nuestra ambigüedad protectora y nos obliga a justificar nuestro verdadero valor, no en el “qué”, sino en el “cómo”.
La IA “opaca” frente a la ambigüedad tradicional del derecho
Usted señala que la práctica jurídica ha convivido con la ambigüedad como estrategia. ¿De qué manera la irrupción de la IA “opaca” confronta este estilo tradicional de ejercer el derecho?
El derecho ha prosperado históricamente en la penumbra, navegando aguas grises. La IA opaca nos da respuestas sin explicar el proceso, convirtiéndose en un espejo de nuestra propia arbitrariedad.
Para superar a la máquina, debemos dejar de ser como ella y construir métodos explícitos que den claridad a nuestro razonamiento.
Nuevas competencias para auditar y dialogar con la IA
¿Qué competencias considera imprescindibles para que los juristas puedan auditar y dialogar críticamente con estas tecnologías?

Jorge Cerdio es investigador en Inteligencia Artificial y Derecho, con más de 25 años de experiencia en ámbitos académico y privado.
El abogado del futuro debe ser un arquitecto del razonamiento jurídico. Entre las competencias esenciales:
- Desarmar el caso: Construir un “esqueleto” del razonamiento, identificando conceptos clave y la lógica que une hechos y conclusiones.
- Identificar lo tácito: Reconocer las suposiciones y preferencias que guían las decisiones, como un arqueólogo de la información.
- Convertir la “caja negra” en “caja de cristal”: Ser capaz de reconstruir el razonamiento que la IA no muestra, auditarlo y detectar posibles sesgos.
Estas habilidades transforman al jurista de consumidor de información a productor de conocimiento estructurado.
La “armadura intelectual” del abogado del siglo XXI
Introduce en su libro la noción de una “armadura intelectual”. ¿En qué consiste este meta-método inspirado en la ingeniería del conocimiento?
La armadura intelectual es un escudo conceptual que permite al abogado ser consciente de su propio razonamiento. Se compone de:
- Ontologías Jurídicas (Ontologías-J): Mapas conceptuales que definen con precisión los términos legales y sus relaciones, reduciendo la ambigüedad.
- Diagramas de Problemas y Suposiciones (DPS): Representaciones visuales del flujo lógico y las suposiciones implícitas en una tarea jurídica.
Con esta armadura, el abogado enfrenta la opacidad con transparencia y método.
Racionalidad anankástica en la práctica jurídica
¿Cómo se traduce la “racionalidad anankástica” en la práctica cotidiana y qué impacto tendría en la argumentación o dictámenes?
Es la lógica de los medios necesarios para un fin: decidir primero y justificar después.
- En tribunales: El abogado muestra un “árbol de decisiones”, explicando cómo hechos, normas y precedentes se entrelazan para llegar a una conclusión necesaria.
- En dictámenes: Se detallan premisas, suposiciones y caminos lógicos, convirtiendo el documento en un manual de instrucción del razonamiento jurídico.
El riesgo real: la arbitrariedad del jurista
Usted señala que el verdadero riesgo de la IA es la arbitrariedad del propio jurista. ¿Por qué es un punto ciego importante?
El debate público se centra en sesgos y opacidad de la IA, pero la verdadera amenaza es nuestra propia arbitrariedad. La IA actúa como espejo: refleja la opacidad que siempre ha estado con nosotros. Sin métodos explícitos, no importa quién decida, humano o máquina: la arbitrariedad persiste.
Consecuencias éticas y democráticas
¿Qué implicaciones éticas y democráticas tiene integrar la armadura intelectual frente a la IA?
No se trata solo de técnica, sino de legitimidad, justicia y autonomía:
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Legitimidad: La autoridad del juez depende de su capacidad de dar razones claras.
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Justicia y equidad: Hacer visibles nuestras suposiciones permite reconocer sesgos y avanzar hacia decisiones más justas.
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Autonomía: El abogado se convierte en maestro del proceso, usando la IA como herramienta, no como sustituto.
Mensaje final y primer paso para el jurista
¿Qué espera que se lleve el lector y cuál es el primer paso para prepararse para esta nueva era?
La IA no quita trabajo, es una oportunidad para un derecho más riguroso y transparente. El primer paso es ser honesto consigo mismo: elegir un caso o dictamen y preguntarse si puede explicarlo paso a paso, mostrando supuestos y lógica. Dibujar este camino es el inicio de la “armadura intelectual”.