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Puedes tener la mejor argumentación jurídica del mundo, pero si no logras demostrar los hechos, el caso se pierde. Esa es una verdad básica en cualquier proceso judicial. Y sin embargo, muchos litigantes subestiman lo más importante: saber probar.
En este post te mostramos tres escenarios reales en los que la forma en que se manejaron los medios de prueba marcó la diferencia. Al final, te recomendamos dos lecturas para seguir profundizando en este terreno clave de la práctica.
1. El testigo que lo arruinó todo
Un abogado demandó por incumplimiento de contrato. Tenía el documento firmado, correos electrónicos y hasta un informe contable. Parecía caso ganado. Pero decidió llevar como testigo a un empleado de la empresa, sin preparar bien su intervención.
El testigo, nervioso, se contradijo dos veces en preguntas clave sobre las fechas. El juez, en la sentencia, valoró negativamente esa intervención y concluyó que había dudas sobre la secuencia de los hechos. Resultado: demanda desestimada.
🔍 Aprendizaje: No todo testigo ayuda. Su preparación es esencial. Llevar a juicio un testimonio sin entrenamiento previo puede ser peor que no presentarlo.
2. La prueba que se presentó fuera de plazo en el proceso
En una audiencia de vista en proceso civil, la parte demandada quiso incorporar como prueba un nuevo documento contable que desmontaba la pretensión del actor. Era sólido, relevante y aparentemente definitivo.
Pero llegó tarde. No fue anunciado en la audiencia preliminar ni se justificó adecuadamente su incorporación. El tribunal lo rechazó por extemporáneo. El caso terminó con condena por no haber defendido a tiempo.
🔍 Aprendizaje: Conocer los plazos y las reglas del procedimiento para presentar medios es tan importante como el contenido mismo de la prueba. La estrategia empieza en la planificación.
3. Cuando la distorsión probatoria afecta al proceso penal
Un fiscal presentó una acusación basada en grabaciones telefónicas editadas. No se presentó la cadena de custodia ni los audios completos. La defensa solicitó una pericia que reveló cortes y modificaciones. Resultado: absolución por vulneración del derecho a un juicio justo.
🔍 Aprendizaje: En penal, la fidelidad del material es clave. Si hay indicios de alteración, debe investigarse. La tergiversación de las pruebas puede comprometer todo el procedimiento.
Dos libros clave para litigar mejor
Para quienes deseen una base sólida y actualizada sobre los aspectos técnicos del proceso, el libro Apuntes de Derecho Procesal. Recursos procesales civiles de Pablo Martínez Zúñiga y Sebastián Araya Bonilla (Tirant lo Blanch) ofrece una visión clara y accesible de las etapas del proceso civil, incluyendo un tratamiento práctico de los medios para impugnar resoluciones injustas.
Por otra parte, en el ámbito penal, el próximo lanzamiento Tergiversación probatoria. El necesario control de la fidelidad probatoria en materia penal aborda una problemática cada vez más relevante: la distorsión o manipulación del material presentado en juicio. Esta obra analiza cómo se puede alterar la interpretación de la prueba y qué mecanismos existen —o deberían existir— para evitarlo. Una lectura indispensable para quienes se dedican a la litigación penal y buscan una práctica jurídica más rigurosa y ética.
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