En una histórica sentencia, la Corte Suprema ha condenado a exagentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por su participación en los secuestros calificados de miembros del Comité Central del Partido Socialista de Chile en 1975. Los condenados, Raúl Iturriaga Neumann, Miguel Krassnoff Martchenko, Rolf Wenderoth Pozo, Manuel Carevic Cubillos y Juvenal Piña Garrido, enfrentarán 15 años y un día de presidio como autores de estos crímenes.
El tribunal rechazó los recursos de casación presentados por las defensas y acogió las casaciones presentadas por algunos demandantes civiles. Además, se afirmó que los delitos cometidos son crímenes de lesa humanidad y, por lo tanto, no están sujetos a prescripción según el derecho internacional de los derechos humanos.
La sentencia destaca que las detenciones fueron realizadas sin orden de autoridad competente y que las víctimas fueron sometidas a abuso de función pública. Además, se subraya la gravedad de que las víctimas continúen desaparecidas.
En el aspecto civil, se determinó que hubo un error al acoger la excepción de cosa juzgada, y se enfatizó en la obligación del Estado de reparar integralmente a los familiares de las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos.
La sentencia resalta la primacía de los tratados y pactos internacionales que reconocen los derechos humanos y garantías a nivel de tribunales nacionales. Se establece que en este tipo de transgresiones no es posible invocar la Ley de Amnistía, ya que va en contra del derecho internacional de los derechos humanos.
La investigación del ministro Miguel Vázquez Plaza reveló detalles de los arrestos y desapariciones, demostrando la responsabilidad de la DINA en estos crímenes. Los detenidos sufrieron apremios físicos durante su reclusión, y se desconoce su paradero desde entonces.
Esta sentencia marca un hito en la búsqueda de justicia para las víctimas y sus familias, y subraya la importancia de respetar y promover los derechos humanos en todo momento y lugar.
Fuente: pjud.cl
